El Día Mundial de Sueño es una jornada  conmemorativa que se celebra anualmente el viernes anterior al equinoccio de marzo (3er viernes del mes) y cuyo objetivo fundamental es generar conciencia y un llamado a la acción sobre cuestiones importantes asociadas a este proceso natural. 

Creo que todos coincidimos en que dormir, es sin duda uno de los más grandes placeres de la vida y el sueño, un proceso elemental para nuestra salud.

Los desórdenes en su curso natural pueden ser factores de riesgo que faciliten el desarrollo de enfermedades crónicas como obesidad, hipertensión, diabetes y depresión entre otras. Justamente, la conciencia sobre su importancia para mantener nuestro bienestar es una de las razones por las cuales tenemos el Día Mundial del Sueño.

Como todos sabemos, el buen descanso es uno de los tres pilares fundamentales para gozar de buena salud, junto con una dieta equilibrada y la práctica regular de ejercicio físico.

En líneas generales dormir (o mejor dicho, descansar) nos ocupa en promedio la tercera parte de nuestra vida y por ende, todo aquello que perturbe o disminuya su calidad, estará afectando de alguna manera nuestra salud.

Mientras dormimos el cerebro permanece activo para reparar y reponer nuestro organismo, serenar nuestra mente, estabilizar el humor y afianzar la memoria y el aprendizaje entre otras cosas.

Hace ya tiempo que dormir poco, dormir mal ó de manera incorrecta se ha convertido en una epidemia a nivel mundial. Sin embargo, la buena noticia es que la gran mayoría de los trastornos del sueño son prevenibles y tratables, aunque muy pocas personas buscan ayuda profesional cuando los padecen, básicamente por falta de información.

Y es fundamentalmente por esto que en el año 2008 se crea el día mundial de sueño.

¿Cómo puedo saber si tengo un sueño de calidad y verdaderamente reparador?

Tres son las cuestiones a observar para saber si tengo un sueño adecuado, a saber:

– Duración: La duración del sueño debe ser suficiente para que nos sintamos descansados y alerta al día siguiente. El tiempo puede variar según la edad aunque en promedio se sugieren entre 7 y 9 horas diarias.

– Continuidad: para que nuestro sueño sea adecuado y reparador es fundamental que sea “de corrido”, tratando de evitar la fragmentación.

– Profundidad: es muy importante que el sueño sea lo suficientemente profundo como para sea realmente reparador.

 

Fuentes:

ü Fundación Favaloro

ü World Sleep Society

ü Web de NAT Geo en español